Debo reconocer que hace mucho tiempo estaba esperando la oportunidad de poder escribir esta entrada, porque muchas reflexiones a lo largo de estos últimos tres años se mezclan con muchos recuerdos, decisiones, experiencias, errores, avances, conversaciones, risas y mucho trabajo. Hoy, al fin, puedo escribir esta entrada, para declarar desde un punto de vista muy personal lo que significa el triunfo de la Lista B Construcción Colectiva en las elecciones para la Federación de Estudiantes de la UNAP.
Durante todo el tiempo que he sido parte de Izquierda Autónoma, he experimentado aquella frase que una vez me dijo un amigo: "para hacer política, hay que tener cuero de chancho". Es cierto, uno no se mete a hacer política para que te tiren flores, te sonrían, o para tener muchos amigos. Quizás algunos sí, creen que eso pasa. Pero en realidad, es harto lo que se sacrifica, harto lo que se pelea, y harto mal se pasa a veces. Muchas de esas situaciones, las más 'difíciles', las viví con el Colectivo MovilizaT. Yo llegué desde Santiago, habiendo compartido un par de años de militancia en el ICEI de la Chile, queriendo llevar a Iquique lo aprendido en ese tiempo. Y en medio de las movilizaciones en contra de la termoeléctrica de Patache, cuando me vi arriba de un escenario leyéndole un discurso a 5000 personas movilizándose sin ninguna conducción política de parte de las organizaciones sociales de la ciudad, fue que me crucé con la gente del Movi. Yo sabía que había unos "autónomos" en Iquique, y que habían sido federación hacía un tiempo. Entonces los contacté, los vi ese día de mayo de 2011 en la marcha y quedamos de juntarnos. Mientras conocía al Oliva compartiendo un italiano, la Naira me miraba con desconfianza y me preguntaba sobre cómo era la cosa en Santiago, y entre los dos me contaban como estaban ellos, cómo estaba la política iquiqueña, y cómo estaba la UNAP. Básicamente estaba todo mal. Y de ahí en adelante, ser parte del Movi era cosa del día a día.
Intentar resumir todas las experiencias y emociones vividas ese 2011 junto con el Movi, en medio de las movilizaciones estudiantiles, serían imposible en la entrada de un blog. Basta con decir que mientras funábamos la sede regional de RN, mientras hacíamos un mitin afuera de la 1ª Comisaría de Carabineros por el asesinato de Manuel Gutiérrez, mientras colgábamos lienzos para el CONFECH en Iquique, mientras marchábamos, mientras sacábamos a Pp disfrazado de Piñera a la calle para entregar pasamanos, mientras hacíamos nuestros propios talleres de autoformación, mientras hacíamos todo lo que hicimos ese año, y nos movilizábamos, estuvimos convocando a gente que antes no se había interesado en la política. Y creo que ahí está la base de todo. Cuando conjugábamos nuestras formas de movilizarnos, con la crítica a la forma de hacer política en la UNAP y en la ciudad, estábamos convocando a gente que quizás ya se había rendido, que quizás ya pensaba que los de siempre iban a seguir por siempre haciendo lo mismo que hacían siempre. Pero de a poco fuimos haciendo lo que nuestro nombre invitaba a hacer: movilizarnos, y movilizando a los que no acostumbraban a hacerlo. Y eso hoy da sus frutos, eso hoy es lo que estamos cosechando.
Hacer política en Iquique no es fácil. Está cruzada por el caudillismo, y en gran medida por la violencia, y eso se expresa también en la política universitaria. Lo vivimos y también, hay que decirlo, lo sufrimos. Cuando nuestra política significó la construcción colectiva, avanzaba horizontalmente, convocando gente, hasta que se topaba con el muro de la política sucia, de los acuerdos bajo la mesa, de la mentira y la hipocresía. A veces cometimos errores, cuando las pasiones nos llevaron a tomar malas decisiones, y el fervor de la convicción nos hacía mezclar la táctica con lo personal. Llegó un momento en que sentíamos tan fuerte lo que estábamos construyendo, tan profunda era la convicción, que la impotencia de toparse con los límites de la política tradicional varias veces nos hizo caer en esas malas prácticas que estábamos intentando erradicar. Pasamos por momentos muy tensos, pero con el tiempo, veo con satisfacción que supimos superarlos con la misma alegría con la que construímos día a día. ¿Cómo olvidar ese Claustro Interno del colectivo en Pica, donde incoscientemente estuvimos consolidando nuestras convicciones mientras compartíamos un disco de mariscos y una tarde de piscina?
Todo eso se transforma en experiencia, que como colectivo nos hizo crecer, quizás no tan cuantitativamente como quisiéramos, pero sí cualitativamente. Por que "lotear" nunca se nos hizo fácil, principalmente por las condiciones en las que estamos haciendo política. Un historial de elecciones truchas, federaciones ilegítimas, macuqueo del feo, caudillismo, violencia, vanguardismo, infantilismo y autoritarismo, han hecho que el enemigo a combatir sea, además, la profunda despolitización de los estudiantes de la UNAP, y de Iquique en general. A pesar de tener al fin las condiciones y la determinación para poder tomar la decisión de disputar la Federación, la incertidumbre era si se iba a lograr. ¿Cómo esperar que hubiera quórum si el estudiantado no tiene una "cultura" de las elecciones de federación? ¿Si gente que iba en segundo o tercero no había votado por una federación en toda su estadía en la Universidad? La disputa en esta elección fue contra la despolitización. Los votos los teníamos porque bastaba con cosechar lo que sembramos, y eso se tradujo en una aplastante victoria en las urnas. Pero alcanzar el quórum era una tarea muy difícil. A pesar de que nuestra lista fue validada, y al fin podemos decir que el Movi está en la Federación de la UNAP, lo que ocurrió en la elección es síntoma de lo que debemos combatir: el trabajo estará en politizar a los jóvenes iquiqueños. A eso es a lo que tenemos que apuntar. Y para eso, debemos volver a cultivar lo mismo que sembramos estas semanas. A movilizar, y politizar. A volver a creer en la acción colectiva como herramienta transformadora. Y yo, lejos, desde el otro lado de la cordillera, trataré de seguir haciendo todo lo posible por ayudar al colectivo MovilizaT a seguir este camino de revolución, compañerismo, alegría y autonomía.
Todas estas palabras las escribo con mucho cariño hacia mis compañeros y amigos el MovilizaT, porque sé que van a dar todo de sí para cumplir con esta tarea y con lo que se viene. También se la dedico en especial a mi amigo y compañero Rodrigo Oliva, porque todos estos años aguantó todo para llegar a este momento, por esos italianos, esas chelas y esas conversaciones; y también a mi amiga y compañera Naira, la Nairita, porque ella tiene toda la capacidad, fuerza y voluntad para ser la presidenta de la Federación, y desde ahí poder traer a la realidad todos esos sueños que compartimos. Un abrazo compañeros!